«El psicólogo es para locos»
Uno de los mitos más arraigados y perjudiciales sobre la salud mental es la creencia de que solo las personas con trastornos severos o que se consideran popularmente como «locos» necesitan o se benefician de la terapia psicológica. Esta idea no solo estigmatiza a quienes buscan ayuda, sino que también impide que muchas personas que lo necesitan acudan a un profesional por miedo al juicio o por no creer que su problema sea «lo suficientemente grave».
¿Qué significa LOCO?
¿El psicólogo es para locos? Analicemos por qué esta idea es errónea. La palabra «loco» es una etiqueta simplista que a menudo se usa para describir a personas cuyas conductas se salen de lo que consideramos «normal» o esperado. Sin embargo, detrás de esas conductas pueden existir diversas causas: desde dificultades en la regulación de los estados internos (estar sobreestimulado o con muy baja estimulación) hasta factores más complejos a nivel cerebral, cognitivo o neurológico. Usar una palabra tan vaga y cargada de prejuicios como «loco» no explica nada y, peor aún, aísla a la persona.
Ejemplos de la acción del psicólogo
La realidad es que la labor de un psicólogo va mucho más allá de tratar casos extremos. La psicología está aquí para atender a personas que tienen dificultades en su vida y que no han encontrado por sí mismas la manera efectiva de sobrellevarlas o resolverlas, especialmente en estos momentos de crisis que vivimos en Venezuela
Esto abarca un espectro amplísimo de experiencias humanas. Por ejemplo:
- Las personas que sufren de ansiedad no están «locas». Simplemente, tienen un problema (la ansiedad) que les genera malestar significativo y necesitan aprender estrategias y herramientas para entenderla, gestionarla y reducir su impacto en la vida diaria.
- De la misma manera, las personas que atraviesan un episodio depresivo no están «locas». Son individuos que han enfrentado dificultades (ya sean internas, situacionales, o una combinación) que han afectado profundamente su estado de ánimo, energía y visión del mundo, y necesitan apoyo para procesar esas experiencias y recuperar su bienestar.
Maneras correctas de aprovechar la consulta del psicólogo
Existen múltiples enfoques y criterios dentro de la psicología para trabajar con personas que no necesariamente tienen un trastorno mental catalogado como «profundo» o crónico. Muchas personas buscan terapia simplemente porque necesitan apoyo para reorganizar sus pensamientos, entender sus emociones, mejorar sus relaciones, tomar decisiones difíciles o adquirir nuevas habilidades para «poder salir adelante» en momentos de crisis o cambio. La terapia les proporciona un espacio seguro y las herramientas necesarias para ello.
Por supuesto, la psicología clínica también interviene y es fundamental en los casos donde sí hay un trastorno mental profundo diagnosticado. En estos casos el trabajo combinado entre el psicólogo y el psiquiatra es de inestimable valor. Pero su alcance no se limita a eso. La ayuda psicológica no es un signo de «locura» o debilidad, sino un acto de autoconciencia y un paso proactivo hacia el bienestar. Es reconocer que, como en cualquier otra área de la vida (salud física, finanzas, etc.), a veces necesitamos la guía de un experto para navegar por los desafíos que enfrentamos.
Si estás pasando por un momento difícil, sintiéndote abrumado, triste, ansioso, o simplemente sientes que no tienes el control de ciertas áreas de tu vida emocional o conductual, considera hablar con un psicólogo. No tienes que esperar a que la situación se sienta inmanejable o a creer que cumples con alguna etiqueta. La psicología es una herramienta para la vida, disponible para ayudarte a ti, una persona con dificultades que busca la manera de estar mejor.
Reel de Instagram – «Psicólogo es para locos»
https://www.instagram.com/p/DItQUQguYnY/?hl=es-la